centro podológico en Madrid

Los dolores agudos y crónicos de las partes blandas del aparato locomotor son muchas veces un problema difícil de resolver. Por eso, en el campo de la podología, se recurre cada vez más a la terapia con ondas de choque extracorpórea como tratamiento contra el dolor en estas zonas próximas al hueso.

El tratamiento no es invasivo ni doloroso. Por ejemplo, para tratar las tendinitis no se da ninguna acción destructora sino procesos curativos. El tejido es regenerado microscópicamente y se aceleran los procesos de curación.

En el hueso se desencadena una neoformación ósea, como pasa en una fractura donde haya condensación del hueso. Las calcificaciones en los tendones se pueden disolver y los estados dolorosos crónicos, seguramente por una acción directa sobre las fibras dolorosas, pueden llegar a desaparecer.

¿Qué es una onda de choque?

Son ondas magnéticas similares a los ultrasonidos pero con una frecuencia y densidad de energía más alta. Se forman por la vaporización del agua, motivada por una descarga eléctrica. Con ello se origina ruido y muchas veces el paciente de Podosalud tendrá que usar protección auditiva durante el tratamiento.

Las ondas de choque se originan en un aparato especial ajeno al cuerpo humano y se concentran en un punto de acción, la zona de tratamiento. Durante el tratamiento la piel no sufre lesión alguna. Teniendo en cuenta que la mayoría de los tejidos tienen propiedades acústicas similares al agua, las ondas de presión se propagan en el cuerpo sin dañar los tejidos circundantes. Los depósitos cálcicos en el tendón, al tener otras propiedades acústicas, se rompen y desmenuzan por las ondas de presión.

Las ondas de choque se utilizan para tratar:

  • Dolores de la articulación del hombro con o sin calcificación
  • Epicondilitis (codo de tenis)
  • Espolón calcáneo con o sin calcificación
  • Tendinitis rotulianas
  • Retardos de consolidación y pseudo-artrosis después de una fractura

En cuanto a los efectos secundarios, se pueden producir hematomas subcutáneos que se mitigarán aplicando hielo en la zona durante los primeros días.

Las ondas de choque no se pueden aplicar en los siguientes casos: 

  • Marcapasos
  • Trastornos de la coagulación
  • Gestación
  • Inmadurez esquelética
  • Infección en el tejido afecto