Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer sufre numerosas transformaciones que afectan a todo el aparato locomotor, especialmente, a la región de caderas y sacro-lumbar. Pero, ¿qué pasa con los pies? Lo vemos en las siguientes líneas.
Los cambios fundamentales que afectarán a esta parte del sistema locomotor son:
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Peso.
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Dificultad para acceder a ellos de forma autónoma para su cuidado e higiene.
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Déficit del retorno vascular.
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Cambios hormonales relacionados con la sudoración.
Problemas más frecuentes en los pies durante el embarazo
1. Dolor plantar
Los cambios de peso y del centro de gravedad tienden a provocar dolor en la planta del pie de las embarazadas. Las caderas comienzan a rotarse y a abrirse, lo que genera una mayor presión en los talones, obligando a caminar de una forma diferente y generando molestias. Es clave tratar este problema a tiempo porque podría convertirse en dolor crónico con un trastorno biomecánico añadido.
2. Hinchazón de pies
Se debe a una mayor retención de líquidos. Normalmente, este problema se agrava en épocas de calor o cuando se está mucho tiempo en la misma posición. Es común que, al final del segundo trimestre, la mujer embarazada empiece a tener edemas en la región del pie y el tobillo.
3. Uña incarnada
La onicocriptosis es una consecuencia del punto anterior, de la hinchazón de pies. La retención e inflamación del pie puede hacer que la uña se incarne en el contorno. Es muy importante que vengas a la Clínica Podosalud cuanto antes para evitar que el problema se agrave.
4. Sudoración excesiva
La hiperhidrosis en el embarazo se puede deber a los desequilibrios hormonales que provocan una incorrecta regulación de la humedad en el pie.
5. Sequedad y grietas en los talones
En el embarazo es normal que la piel esté más seca de lo habitual. No se puede llegar al extremo de que la piel se seque tanto como para formarse grietas. En esos casos, es clave visitar a un podólogo. Además, en invierno este problema aumenta ya que el frío afecta negativamente a los pies.
