centro podológico en Madrid

Cuidar la salud de los pies es muy importante durante todas las etapas de la vida. Más allá de los servicios de podología, hay una serie de hábitos que debes incorporar a tu rutina, como el uso de la piedra pómez. Se trata de una piedra abrasiva que permite eliminar las pieles secas y las células muertas. Además, en caso de callosidades y callos reduce el dolor de fricción.


¿Cómo usar la piedra pómez paso a paso?

La piedra pómez se puede utilizar a diario, aunque debes saber cómo hacerlo correctamente. Si no tienes especial cuidado puedes eliminar demasiada piel y causar heridas en los pies.

Los materiales que necesitas para tu rutina con piedra pómez son los siguientes: toalla de algodón, crema hidratante especial para pies y cepillo dental para limpiar la piedra pómez. Lo primero es remojar los pies en una palangana con agua tibia durante 10 minutos aproximadamente. Es importante que el agua esté templada para reblandecer la piel.

A continuación, remoja la piedra pómez en el agua para que se deslice mejor por la piel. El modo correcto de utilizarla es haciendo movimientos circulares suaves con una ligera presión, masajeando la piel durante unos pocos minutos.

Debes hacer especial hincapié en los talones, así como en los lados de los dedos. Una vez hayas eliminado la piel muerta, es el momento de enjuagar la piel en abundante agua fría. En función de cuál sea el estado de tus pies, puedes repetir este proceso a diario o tres veces por semana.

No te olvides de aplicar una crema hidratante específica para pies. Así consigues mantener la hidratación y evitar que se resequen. Seguro que la salud de tus pies te lo agradece.

Y, por último, limpia la piedra pómez bajo un chorro de agua a presión, utilizando un cepillo de dientes con cerdas gruesas para eliminar las pieles muertas.

Si necesitas los servicios de una clínica de podología especializada, en Podosalud estaremos encantados de atenderte. Estamos especializados en el tratamiento de las afecciones más habituales de los pies: hongos, callos, uñas encarnadas, durezas, etc.